La leishmaniosis es una enfermedad zoonótica (enfermedad que puede trasmitirse de animales a seres humanos) causada por el protozoo Leishmania.Spp y trasmitida por un vector ¨mosca de arena¨ del género Phlebotomus.
Los perros son el principal reservorio de la Leishmaniosis humana, por ello es importante chequear a nuestro animal una vez al año y usar métodos repelentes para evitar la picadura.
Es importante destacar que es una enfermedad endémica en nuestro país, por ello no podemos bajar la guardia en la vigilancia y seguimiento de esta enfermedad tan grave.
VECTOR
Se trata de un insecto de nocturno, por lo que la actividad se inicia al atardecer, por ello debemos evitar que nuestro animal duerma en el exterior ( Mayo-Octubre ), ya que aumentan las probabilidades de entrar en contacto con el insecto. En invierno se encuentran en estado larvario.
Tiene la característica de no hacer ruido al volar, posee el cuerpo muy peludo, color ámbar y sólo actúa como vector de la enfermedad la hembra.
INOCULACIÓN DEL PARÁSITO
“El curso de la enfermedad es dependiente del tipo de respuesta inmune del propio perro”
El insecto inocula el parásito en la piel de nuestra mascota, donde se origina una respuesta inflamatoria a nivel local.
En animales susceptibles la infección se extiende en pocas horas a los ganglios linfáticos, médula ósea y bazo. En animales resistentes, los parásitos permanecen localizados en la piel.
En general la Leishmaniosis clínica canina es una enfermedad lenta y progresiva.
La inmunosupresión que provoca puede dar lugar a infecciones concomitantes.
LA ENFERMEDAD
Los signos clínicos de la leishmaniosis canina suelen ser lentos, pero de carácter progresivo. Podemos dividirlos en dos presentaciones:
Forma cutánea es la más observada en la clínica, suelen ser lesiones de carácter simétrico, crónicas y no pruríticas. Destacamos úlceras, heridas que tardan en cicatrizar, alopecia, dermatitis ulcerativa, hemorragia nasal, descamaciones, hiperqueratosis, nódulos intradérmicos en trufa, boca, orejas…y onicogriposis (hipertrofia de las uñas)…
Forma visceral; destaca pérdida de peso, vómitos, diarrea, tos, anemia, linfadenopatía, ictericia, fallo renal y hepático, afectación del bazo, inflamación articular, conjuntivitis y uveítis.
DIAGNÓSTICO
La enfermedad no puede diagnosticarse simplemente con la observación clínica del animal, es posible que nuestra mascota sea asintomática pero podría estar incubando la enfermedad, por ello es necesaria la toma de muestras para su confirmación y la revisión anual.
Aún así su diagnóstico definitivo es complicado ya que los signos clínicos con muy variables, similares a otras enfermedades y no existe un método 100% específico.
Existen diferentes métodos:
1. Observación directa del parásito:
a. Muestra médula ósea
b. Muestra de aspirado ganglio linfático
2. Detección de los niveles de anticuerpos:
a. Muestra de sangre
3. Detección del ADN del parásito:
a. Muestra de sangre
b. Muestra de médula ósea
c. Muestra de aspirado de ganglio linfático
TRATAMIENTO
El tratamiento de la enfermedad va enfocado en remitir los síntomas clínicos, son tratamientos de larga duración, con efectos secundarios adversos y con regímenes de varias dosis.
En muchos de los casos existen recaídas clínicas del animal incluso después de un periodo de tratamiento.
Si el animal desarrolla la leishmaniosis, necesitará un buen control veterinario para mantener un tratamiento adecuado de forma regular y, aunque no se cure, prolongar su vida con una buena calidad y sin graves problemas.
PREVENCIÓN
Exponemos las principales medidas de prevención:
1. Vacunación:
a. Actualmente ya existe vacuna contra esta enfermedad. Antes de proceder a la vacunación es necesario realizar un análisis de sangre, ya que animales dudosos o positivos quedan exentos. La edad para comenzar la vacunación es a los 6 meses. Vacunación anual.
2. Chequeos anuales
a. Es necesario tanto si comienza la vacunación o no saber si su animal posee la enfermedad o no, ya que existen animales asintomáticos que están infectados poniendo en riesgo a él, a seres humanos y a otros animales, ya que es portador del parásito.
3. Medidas repelentes de insectos:
a. Collares
b. Pipetas
4. La época de actividad del flebótomo es de Mayo a Octubre (picos en Junio-Septiembre). Por ello en dichas épocas no debemos dejar dormir a nuestra mascota a la intemperie, evitar paseos nocturnos y uso de mosquiteras.